martes, 20 de diciembre de 2011

Las "cortas" del Guadalquivir

¿Quién se adapta a quién: el hombre al río o el río al hombre?

Cuando el río Guadalquivir llega a Sevilla continúa lento formando meandros, islas y marismas después de haber recibido más de cuarenta afluentes. el río se ha modificado a lo largo de su historia, unas veces por causas naturales y otras, por la intervención.

Las modificaciones artificiales que se han realizado han sido a partir del siglo XVIII. Estas desviaciones llamadas "cortas" no son más que canales construidos por el hombre mediante los cuales se eliminan las curvas de un río. Se trata de elementos de gran importancia, ya que facilitan tanto la navegación como el desagüe, que es más rápido cuando el río viene crecido y se evitan las inundaciones.

El siguiente gráfico refleja la evolución del trascurso del río a su paso por Sevilla y las modificaciones que las "cortas" han ido provocando a lo largo de los años:

¿Qué conectan?


Tras obtener una cierta idea sobre cada uno de los puentes que forman parte de nuestro estudio, es fundamental hacernos la siguiente preguntan: ¿qué conectan? A grandes rasgos, podemos decir que estos puentes sirven de comunicación entre cinco de las zonas más importantes nexas al río:

   En primer lugar, el centro histórico de la ciudad (rojo), se entiende como el ámbito más importante de ellos por muchos motivos, entre ellos el de ser la primera de las zonas a partir de la cual se han generado las otras.

   En segundo lugar, nos encontramos con el arrabal de Triana (verde) y, junto a él, el barrio de Los Remedios (azul), dos de los ámbitos con mayor nivel económico y más conocidos de Sevilla.

   A continuación tenemos dos zonas, herederas de las Exposiciones internacionacionales celebradas en 1929 y 1992. Nos referimos al Parque de María Luisa (rosa) y La Cartuja (amarillo) respectivamente. La primera de ellas se encuentra asentada completamente en la ciudad y es uno de los principales nudos de la ciudad turistica, mientras que la Isla de La Cartuja, por su parte, va dejando poco a poco de ser "los restos de la Expo" para adoptar cada día más el papel de complejo científico y tecnológico.

   Un poco más retirado, pero como extensión del puente de la expiración, aparece toda la periferia oeste de Sevilla, con localidades como San Juan de Aznalfarache, Castilleja de la Cuesta...

sábado, 17 de diciembre de 2011

El impacto de la Expo'92

La Exposición Universal de Sevilla supuso una importante renovación urbana para la ciudad, estableciéndose una nueva relación entre la misma y el río. Como hemos visto, en el inicio de las obras para la Expo solo había cuatro puentes en servicio: el Puente de Triana, el Puente de San Telmo, el Puente de Los Remedios y el Puente de Alfonso XIII.

Sin embargo, con la llegada de la Expo'92, el aumento en el número de puentes sería fundamental para la renovación de la ciudad, realizándose seis nuevos puentes en solo cuatro años:



  • Puente de la Barqueta (1989)
  • Pasarela de La Cartuja (1989)
  • Puente del Cristo de la Expiración o del Cachorro (1991)
  • Puente de Las Delicias (1991)
  • Puente del V Centenario (1991)
  • Puente del Alamillo (1992)

El Puente de Los Remedios





Simultáneamente al proyecto de transformación del puente de San Telmo, en la década de los 50 se planteó la construcción de un cuarto puente que aliviara el tráfico tanto urbano como interurbano y facilitara el acceso a la nueva zona de expansión en torno al campo de la Feria: el Puente del Generalísimo, hoy denominado Puente de Los Remedios.





Se inician los estudios en 1956, planteándose en principio que fuera giratorio con el fin de mantener el uso portuario, pero el traslado al sur de la actividad portuaria haría que finalmente la decisión se decantara por un puente de tablero fijo y de hormigón.

Este hecho sería fundamental para el desarrollo posterior de la ciudad, ya que saca de la ciudad el tráfico portuario y abre importantes expectativas de reutilización de una enorme cantidad de suelo público.

El Puente de San Telmo

El incremento del tráfico de personas y mercancías entre Sevilla, Triana con el Aljarafe y las carreteras de Huelva y Extremadura, provocó el colapso del puente de Triana, a lo que se unía sus cada vez más repetidos cierres al tráfico para tareas de conservación y por seguridad, dado sus problemas de estabilidad y resistencia.
Para solucionar el problema se plantea la necesidad de construir un nuevo puente, el cual se situaría frente al Palacio de San Telmo. Con esta ubicación se conseguía facilitar el uso urbano de la margen derecha, donde ya se empezaba a planificar el futuro barrio de Los Remedios, y conectar entre sí las carreteras de ambas orillas (Cádiz-Córdoba-Málaga-Madrid en la izquierda con Coria-Huelva-Mérida en la derecha), además de con el puerto y la zona industrial anexa.
 
El Puente de San Telmo en 1931

Como vemos en las imágenes, inicialmente se construyó como un puente elevadizo. Reducido a partir de los años 50 el tránsito de buques y por consiguiente la actividad portuaria y ante el alto coste que suponía su mantenimiento y conservación, junto al intenso tráfico que sufría el puente (20.000 vehículos diarios), en junio de 1962 se planteó la sustitución del tramo móvil por uno fijo y el ensanche de los tramos contiguos, lo que además permitió recuperar a la ciudad su puerto histórico.


Plaza de Cuba, aun en construcción, desde el Puente de San Telmo

miércoles, 14 de diciembre de 2011

Los puentes de los reyes Alfonsos

El Puente de Alfonso XII, desaparecido con el desvío del río por la Vega de Triana y el cierre del Tapón de Chapina, se situaba en las inmediaciones de la estación de Plaza de Armas quedó englobado dentro del tapón y como mudo testigo de su función hasta su demolición para la construcción del Paseo del Cristo de la Expiración. En su origen fue diseñado para soportar el tráfico de la línea de ferrocarril Sevilla a Huelva y minas de Riotinto.

Puente de Alfonso XII

El puente que hace honor a su sucesor, Alfonso XIII, también es conocido como Puente de Hierro. El primer proyecto documentado se remonta a 1902, pero no fue llevado a cabo. Se sacó a concurso en 1914, siguiendo la misma suerte. Finalmente se construyó en 1926 y dio servicio hasta hace unos pocos años, que fue desmontado para, en principio, trasladarse al meandro de San Jerónimo. Sin embargo, finalmente ha quedado instalado de forma definitiva entre el muelle de Tablada y el acceso a la Dársena del Cuarto, supuestamente "como plataforma para obtener una vista de la dársena".



Puente de Alfonso XIII

Posición actual del Puente de Alfonso XIII

El Puente de Triana

En 1852, 681 años después del Puente de Barcas, se construyó el Puente de Triana, hoy denominado Puente de Isabel II. Este se situó aproximadamente en el mismo punto en el que estaba situado el antes citado. Para ello fue necesario soltar este y amarrarlo más abajo, entre la Plaza de Toros y la iglesia de Santa Ana. Una vez terminado el nuevo puente, el antiguo, pese a la solicitud de instalarlo en la Barqueta con el fin de mejorar las comunicaciones con la Cartuja, fue desmantelado y subastado.




Fotografías de principios del siglo XX


Periodo de "entrepuentes"


Entre la construcción de ambos se plantearon numerosos proyectos que por diferentes motivos no se llevaron a cabo. Uno de los más curiosos y quizá el que tuvo más probabilidad de haberse ejecutado fue el propuesto entre 1629-34 por Andrés de Oviedo, Maestro Mayor de Obras del Concejo siendo Diego Hurtado de Mendoza el Asistente de la ciudad. Se trataba de un puente de sillería almohadillada de piedra de unos 100 metros, con veinticinco arcos, unos apuntados y los que cruzaban el río semicirculares. En este caso el gran inconveniente fue la financiación, que exigía tantas medidas impopulares que finalmente fue descartado.


Los proyectos siguieron sucediéndose hasta 1844, cuando los ingenieros Bernardey y Steinacher presentaron tres proyectos de puentes: de piedra, colgante de alambre y de hierro colado con dos pilastras centrales, siendo este último el elegido para formalizar nuestro primer estudio: el Puente de Triana o de Isabel II.

El origen: el Puente de Barcas

El Puente de Barcas supuso el primer enlace fijo entre las dos orillas del Guadalquivir, uniendo la Puerta de Triana (actual Reyes Católicos) con la Plaza del Altozano en Triana.

Se construyó en la época del califa Abu Yacub Yusuf, sus obras se iniciaron en septiembre de 1171 y se finalizaron en el mes siguiente, cumpliendo durante sus 681 años el cometido de unir Sevilla con Triana y a través de esta con el Aljarafe.  

Grabado del Puente de Barcas (1617)

Estaba formado por diez barcos chatos asegurados entre sí con maderos y barados al fondo del río con grandes anclas sostenidas de gruesos cables. A lo largo de su dilatada historia sufrió importantes modificaciones, ya que en múltiples ocasiones fue gravemente dañado por las riadas que llegaron a romperlo en varias ocasiones.
Tras su construcción determinó el espacio portuario de la ciudad (que hasta entonces había ocupado todo el tramo urbano entre la actual Torre del Oro y la puerta de la Barqueta), que quedó reducido al espacio comprendido entre el puente de barcas y la Torre del Oro, espacio que hoy conocemos como El Arenal.

El Puente de Barcas, una vez construido el de Triana, fue desmontado y subastado en 1852, pese a la solicitud para que fuera reinstalado a la altura de la Puerta de la Barqueta para facilitar las comunicaciones con la Cartuja.

sábado, 3 de diciembre de 2011

Un poco de Historia...

Gran parte de la historia de la ciudad queda recogida en la historia de sus puentes. Éstos hoy día forman parte de nuestro paisaje urbano, del que llegan a ser uno de los elementos claves de su estética, teniendo algunos de ellos incluso un importante valor sentimental.

Desde la construcción de su primer Puente de Barcas en 1171, a la del Puente de Isabel II o de Triana pasaron siete siglos y setenta y cuatro años. Desde 1852, fecha de inauguración de éste, se han ido construyendo nuevos puentes como con cuenta gotas, pero será durante las últimas dos décadas a raíz de la Expo92, y con ocasión de las transformaciones producidas sobre la infraestructura viaria y el cauce del río, cuando se ha producido un gran impulso construyéndose nueve puentes más.

Próximamente iremos ampliando los diferentes puentes que han marcado el desarrollo de la ciudad de Sevilla a lo largo de los años.